La entrevista de trabajo es crucial a la hora de conseguir un empleo. En gran medida, tu éxito a la hora de obtener ese trabajo dependerá de cómo te vaya aquí y, por eso, tienes que acudir bien preparado para darlo todo e impresionar a tu entrevistador desde el primer instante.
Además, hoy en día, el tiempo es oro y los técnicos de recursos humanos no le suelen dedicar más de una hora a cada uno de los candidatos. Sabiendo esto, tienes que esforzarte en dar la mejor impresión del mundo y convertirte en la estrella de ese primer acto de la entrevista. Es como cuando te pones a leer un libro: si en los primeros diez minutos te engancha, no querrás soltarlo hasta llegar al final. Así que ya sabes, ¡deslumbra a tu entrevistador para que tampoco te quiera soltar a ti!
Y, para conseguirlo, te vamos a dejar unos cuantos consejos que te serán de gran utilidad en tu entrevista de trabajo. Si los tienes en cuenta y los pones en práctica, podrás dar esa primera impresión que tanto gusta a los reclutadores.
- Sé puntual
Tal vez no seas una de esas personas que siempre está mirando el reloj y que no le da importancia a llegar cinco minutos tarde, porque son los que se dan de cortesía siempre. Pero en esta ocasión es mejor que no abuses de la cortesía de tu entrevistador y hagas un esfuerzo. De hecho, si llegas cinco minutos antes no pasa nada, y estarás mostrándote como una persona seria y formal.
- Cuida tu imagen
Hace unos años, parecía casi imprescindible ir a una entrevista de trabajo con traje. Hoy en día ya no es así, pero tampoco hay que relajarse en este aspecto. Si tienes dudas sobre cómo vestir para una entrevista de trabajo concreta, lo mejor es que tiendas a ser conservador. Ya tendrás tiempo de vestir tu ropa más casual cuando conozcas bien el ambiente y el estilo de la empresa.
- Educación ante todo
En una entrevista de trabajo, el tono ha de ser formal, y deberás mantener las buenas formas y la educación. No hace falta que te comportes como en una recepción con la reina de Inglaterra, pero tampoco trates al entrevistador como si fuera tu colega.
- El lenguaje corporal importa
Aunque estés un poco nervioso, intenta mostrarte tranquilo. Al saludar, un apretón de manos firme, una sonrisa y mirar a los ojos suele dar sensación de confianza. No evites el contacto visual con el entrevistador, sin ser desafiante, mantén un rostro sonriente y agradable y, por supuesto, evita gestos que delaten tu inquietud, como morderte las uñas, comer chicle o mover las manos exageradamente.
- Lleva tu currículum
Este documento es como tu carta de presentación y, obviamente, el entrevistador ya lo habrá visto. Pero lo normal es que la entrevista circule alrededor de él, por lo que llevar alguna copia del mismo y, en caso necesario, ofrecérsela al reclutador también dará una imagen de previsión y organización que suele gustar a los empleadores. Y, dependiendo del puesto al que optes, también te puede ser útil llevar algún otro documento, cartas de recomendación, muestras de trabajos anteriores, etc.
- Infórmate sobre la empresa
Cuanto mayor sea el conocimiento que tengas sobre el lugar donde quieres trabajar, mejor. Esto no solo demostrará que tienes un verdadero interés por el puesto, sino que te puede ayudar a la hora de entender alguna pregunta que te haga el entrevistador y responder del modo más adecuado.
- No estés a la defensiva
Desde el primero momento empezarás a recibir preguntas. No te preocupes, muchas de ellas son previsibles y puedes llevar algo más o menos preparado de casa. También es recomendable que te centres en las preguntas y respondas de un modo concreto, sin extenderte demasiado ni profundizar en detalles que te puedan perjudicar.
- Tú también puedes preguntar
Lo más normal es que una entrevista no sea un monólogo del entrevistador, ni un interrogatorio profundo. Habrá momentos en los que podrás hacer preguntas, tanto del puesto de trabajo en concreto como de la empresa en general. Aquí también te puedes aprovechar de tus conocimientos de la empresa si has puesto en práctica el punto de más arriba y, de nuevo, estarás mostrando que tienes verdadero interés en el trabajo.
- Sé flexible
Y con esto nos referimos a que no vayas con una idea preconcebida de la que no te quieras salir. El puesto de trabajo en sí puede consistir en muchas más cosas de las que tú piensas y esto a lo mejor te puede sorprender. Pero no te muestres reacio a lo que te propongan y expliquen; mantén una actitud abierta y evita exigencias inútiles ante tus futuras tareas y responsabilidades.
- Muéstrate proactivo
Ésta es una actitud que le encanta a todos los reclutadores y que dice mucho de los candidatos. Tú puedes mostrar tu proactividad desde el minuto uno, o desde las primeras fases del proceso, antes incluso de la propia entrevista. Para ello, puedes preparar un currículum personalizado, contactar con gente que te pueda orientar a la hora de afrontar la entrevista, presentar un porfolio de trabajos anteriores, preparar una pequeña presentación, etc.
- Mantén el nivel
Con esto queremos decir que, aunque los diez primeros minutos pueden resultar esenciales y triunfes completamente en esta fase de la entrevista, no te confíes. Tienes que mantener la misma actitud durante el resto del encuentro. Piensa que ese libro que tanto te enganchó en las primeras páginas puede perder interés si no mantiene el nivel en los siguientes capítulos. No dejes que eso pase contigo. Tienes que saber llevar la entrevista hasta un final glorioso en el que gane el protagonista, que eres tú!